Infertilidad masculina.
Células Espermátidas Redondas (ROSI) y Elongadas (ELSI)
Las Espermátidas son las células precursoras de los espermatozoides y según su nivel de maduración se clasifican en dos categorías, Redondas y Elongadas. Las Espermátidas redondas son las menos maduras y recientemente se han realizado estudios que pueden ser una solución para pacientes cuya causa de infertilidad sea la azoospermia, ya sea azoospermia obstructiva o azoospermia secretora, pero que tienen desarrollo hasta la etapa de espermátidas.
Las células espermátidas se han utilizado con éxito en el pasado, llevando a cabo tratamientos de Fecundación In Vitro mediante Inyección Intracitoplasmática (ICSI), pero cayó en desuso sobre todo como consecuencia de la posibilidad de generar embriones con alteraciones genéticas por lo que esta técnica está en proceso de investigación al ser células que no han desarrollado su potencial genético total.
Formación de Células Espermátidas
Las Espermátidas son células esféricas o poligonales de unos 6 mm de diámetro y proceden de espermatocitos secundarios. Constan de un material genético haploide (23 cromosomas simples) y no experimentan divisiones celulares, por lo que cada espermátida se transforma en un espermatozoide por medio de 3 procesos:
- Espermiogénesis: Se produce la eliminación del exceso de citoplasma, la aparición del flagelo y la formación del Acrosoma, en 4 fases.
- Espermiación: Se produce la liberación fisiológica del epitelio germinal.
- Maduración: Se producen cambios morfológicos y funcionales.
Células Espermátidas y Reproducción Asistida
Si bien las células Espermátidas han pasado a un nivel de maduración que las podría hacer aptas para poder ser utilizadas en tratamientos de Reproducción Asistida, los resultados obtenidos son de muy bajo rendimiento, estando indicada en pacientes que presenten una azoospermia no obstructiva.
Como decíamos anteriormente, el uso de Espermátidas Elongadas es una técnica que se utilizó hace años en pacientes antes de recurrir a una donación de semen, pero que no tiene aplicación clínica en este momento por el riesgo genético que comporta. No obstante, seguimos investigando para poder ofrecer con seguridad tratamientos exitosos a nuestros pacientes y en ese sentido el uso de células Espermátidas es una de las técnicas que se están estudiando.
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