Cuando nos sometemos a una FIV (Fecundación in Vitro) son varios los pasos que hay que seguir. Una vez extraídos los ovocitos estos son llevados al laboratorio donde comienza “La magia”. En este post os explicamos cómo.
Un óvulo u ovocito es la célula reproductora femenina. Los ovocitos se desarrollan en el ovario, en el interior de los folículos. El funcionamiento del ovario en la especie humana es cíclico y cada 28 días aproximadamente se produce la maduración de un ovocito.
Los ovocitos llegan al laboratorio en tubos estériles e inmersos en el líquido folicular, rodeados de células del cúmulo. Se localizan mediante el microscopio, se limpian y se guardan en el incubador con medio de cultivo a 37ºC.
Tras la punción ovárica se obtiene un grupo heterogéneo de ovocitos, de los que aproximadamente el 80% son maduros. La calidad de los ovocitos es una característica intrínseca de cada mujer y evidentemente no todos los ovocitos obtenidos en la punción ovárica tienen la misma calidad.
A los pocos minutos de haber realizado la recuperación de óvulos ya se han analizado todos los líquidos foliculares y la pareja es informada del número de ovocitos obtenidos.
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Ginecólogo especialista en Reproducción Asistida
Miembro de la Sociedad Española de Fertilidad