Inseminación Artificial. Día 1
El día de la inseminación artificial es un momento de stress y nervios. Tanto la mujer como el hombre lo ven como “El momento de la verdad”, se nos plantean dudas como: ¿Es incómodo? ¿Duele? En este post queremos explicaros un poco cual es el procedimiento.
El día en el que hemos concertado la cita para realizar la Inseminación Artificial el varón obtiene en casa o en la clínica una muestra de semen y la entrega en el Instituto Europeo de Fertilidad en un periodo de tiempo inferior a 1 hora. En el laboratorio se separa el plasma seminal, y potencian y concentran los espermatozoides móviles. Es necesario preparar el semen antes de la inseminación para eliminar unas sustancias llamadas ‘prostaglandinas’ que si no se retiran pueden provocar contracciones uterinas dolorosas, así como otras impurezas que pueden impedir el éxito de la técnica.
Dos horas después se hace la inseminación en la consulta. Se coloca a la paciente en posición ginecológica y a través del cuello de útero se introduce una fina cánula con la que se depositan los espermatozoides en el fondo del útero. A los pocos minutos ya habrán llegado a las trompas de Falopio donde está el ovocito esperándolos.
No es molesto, dura unos minutos y no requiere reposo posterior.
La inseminación tiene que sincronizarse con la ovulación. Si ya han pasado 24 horas desde la ovulación o el semen llega 48 horas antes de la misma, es poco probable que se consiga el objetivo, ya que la vida media del ovulo es de 24 horas y la del espermatozoide es de 48h.
Consulta con el Instituto Europeo de Fertilidad ante los primeros síntomas de infertilidad.
Nuestra clínica y todo el equipo que lo formamos estamos comprometidos con la excelencia y el trato personalizado a cada una de nuestras pacientes.
Cada paciente es única y así enfocamos nuestro trabajo hasta conseguir el embarazo con éxito.
Ginecólogo especialista en Reproducción Asistida
Miembro de la Sociedad Española de Fertilidad