Con la llegada de las Navidades, habitualmente aumentamos nuestra interacción social. En estos tiempos donde el COVID-19 ha entrado en nuestras vidas, es de máxima importancia seguir unas pautas para pasar unas fiestas lo más tranquilas posibles.
Desde el IEF, queremos ofreceros unos cuantos consejos para estas fechas tan especiales:
Mantener la distancia y reducir las reuniones
No hay mejor prevención que evitar los focos de contagio. Reducir el número de interacciones sociales y reuniones, y realizarlas al aire libre cuando sea posible, nos permitirá mantener una alta seguridad frente al virus.
Reducir las reuniones y mantener siempre la distancia física entre personas, reducirá enormemente las probabilidades de que nos contagiemos.
En caso de que no sea posible evitar realizar alguna reunión, es mejor realizarlas al aire libre. Por esto, será mejor intentar hacerlas durante el día, cuando el calor acompaña. Por la noche, especialmente en estas fechas, las temperaturas bajan y pueden hacer estas reuniones más incómodas.
En último extremo, cuando no se puedan hacer en la calle, será importantísimo hacerlas en un sitio lo más ventilado posible y manteniendo la distancia social.
Llevar mascarilla siempre que sea posible
Esta protección, que ya nos hemos acostumbrado a vestir día sí y día también, seguirá siendo una de las principales armas para evitar el contagio.
Aunque estemos con gente conocida, amigos, familiares… Es fundamental mantener la mascarilla puesta durante todo el tiempo. El virus no entiende de confianza personal y, precisamente para evitar sustos con los que más queremos, la mascarilla seguirá siendo un activo fundamental.
Evitar contactos fuera de los convivientes
Sabemos que es difícil, especialmente en Navidad, evitar relacionarse con gente con la que no convivamos o trabajemos.
Así, evitaremos esparcir más un posible contagio y, en caso de que se produzca, estará todo más controlado gracias a haber interactuado con un grupo de contactos estrecho.
Cuantas menos interacciones con menos personas, mejor. Dentro de esto, cuantos menos contactos directos distintos sean esas personas, más ayudaremos a tener unas fiestas tranquilas.
Como si estuviéramos en un restaurante
Un consejo que brindan los expertos es el de intentar comportarse como si estuviéramos en un restaurante en el momento de la comida.
Algunos ejemplos prácticos de esto son: que solo una persona sirva a los demás, servir todo de manera individual, no compartir platos ni vasos, etc.
Viajes
Asimismo, se deben intentar evitar viajes o, cuando no sea posibles evitar viajar, extremar las medidas de precaución y conocer qué medidas se aplicarán en cada caso (en viajes internacionales se puede requerir tener una prueba PCR hecha las 72 horas antes de viajar, puede haber otros controles y retrasos, …).
Cuidado con los tests de antígenos
Se ha incrementado la compra de tests de antígenos desde su aprobación, pero, tal como señalan muchos médicos de atención primaria, su eficacia es efímera. En cuanto estemos en contacto con alguien, supone una posible infección e invalidación de la prueba.
Además de la sensibilidad de la misma y su especificidad, puede hacer que nos relajemos gracias a una seguridad que no es tal, y acabemos confiándonos y exponiéndonos más.
Sabemos que van a ser unas fiestas navideñas muy distintas a las que estamos acostumbrados, pero, especialmente en grupos de riesgo como las embarazadas, creemos que reducir el riesgo de contagio es fundamental para poder disfrutar más tarde en plenitud.