Ante el inicio de la campaña de vacunación contra el Covid-19, son muchas pacientes las que nos trasladan sus dudas sobre si deben vacunarse o no, y qué vacuna es la más apropiada para su caso.
Por eso hemos recogido la información y recomendaciones disponibles de las principales sociedades científicas y las hemos resumido a continuación:
Recomendaciones provisionales de Sociedades Científicas sobre vacunación y Covid-19
Debido a que las vacunas de ARNm de COVID-19 no están compuestas de virus vivos, no se cree que aumenten el riesgo de infertilidad, pérdida del primer o segundo trimestre, muerte fetal o anomalías congénitas. Cabe señalar que las mujeres embarazadas y lactantes fueron excluidas de los ensayos iniciales de estas vacunas, por lo que los datos de seguridad específicos en estas poblaciones aún no están disponibles. Se espera tener en breve datos en este grupo de pacientes.
Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), los estudios en laboratorio en modelos animales no han mostrado ningún efecto dañino en el embarazo. Sin embargo, la información sobre el empleo en el embarazo es todavía muy limitada.
A pesar de que no se dispone de estudios en la lactancia, no se espera ningún riesgo. La decisión del empleo de la vacuna en mujeres embarazadas o durante la lactancia materna debería hacerse con la valoración de un profesional sanitario para evaluar individualmente los beneficios y riesgos según cada caso.
Según ASRM y el ACOG se debe alentar a las pacientes que se someten a un tratamiento de fertilidad y las pacientes embarazadas a que reciban la vacuna según los criterios de elegibilidad. Dado que la vacuna no es un virus vivo, no hay razón para retrasar los intentos de embarazo debido a la administración de la vacuna o para aplazar el tratamiento hasta que se haya administrado la segunda dosis. Otras sociedades, en cambio, optan por una posición más cautelosa y recomiendan esperar 2 meses (ESHRE).
La recomendación del Ministerio de sanidad español es que en el caso de mujeres que planean quedarse embarazadas en el futuro, y dado que la vacuna frente al COVID-19 actualmente disponible es una vacuna de ARNm que no contiene virus vivos, es muy probable que no ocasione problemas en el feto ni en la embarazada. En cualquier caso, si se está planeando un embarazo, como medida de precaución, se pueden esperar 2 semanas tras la administración de la segunda dosis (Ministerio Sanidad, ASRM).
Dado que el calendario de vacunación para las mujeres en edad fértil no está completamente definido, ASEBIR/SEF considera que no está justificado posponer el deseo gestacional ni el inicio de un estudio o tratamiento de reproducción asistida incluida las donaciones de gametos.
En caso de que una paciente decida vacunarse durante un tratamiento de reproducción asistida, ASEBIR/SEF recomienda, como medida de prudencia y tal y como recomienda el Ministerio de Sanidad, posponer la inseminación o transferencia embrionaria dos semanas tras la administración de la segunda dosis. No se considera necesario interrumpir el proceso de estudio, la estimulación ovárica, la obtención de gametos o la generación de embriones. En la actualidad no hay argumentos científicos que establezcan limitaciones para las pacientes que deseen quedar gestantes y administrarse la vacuna.